La confianza del consumidor estadounidense sufre una Gran caída hasta su punto más bajo en cinco años: las nubes de aranceles oscurecen las perspectivas económicas.
Según los últimos datos de la Conferencia Board, el índice de confianza del consumidor en abril tuvo una Gran caída de 7.9 puntos hasta 86.0, alcanzando su nivel más bajo desde el pico de la pandemia de COVID-19 en mayo de 2020. Varios medios de comunicación autorizados, incluidos los datos de Jin10, señalan que la agresiva política arancelaria del gobierno de Trump y el pánico inflacionario que ha provocado están reconfigurando los fundamentos de la economía estadounidense. Detrás del colapso de la confianza del consumidor hay una ansiedad colectiva sobre la incertidumbre del futuro.
Colapso de la confianza del consumidor: las preocupaciones arancelarias son la principal causa
El índice preliminar de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan para abril fue igualmente impactante, con 50.8, cerca del segundo nivel más bajo registrado y solo por encima de 50.0 en junio de 2022. Según la encuesta, del 25 de marzo al 8 de abril, la preocupación pública por la política arancelaria del "Día de la Liberación" de Trump aumentó considerablemente, lo que provocó que el índice de confianza cayera un 32,4% interanual. Stephanie Guichard, economista sénior de Indicadores Globales del Conference Board, dijo sin rodeos: "La confianza del consumidor ha caído a su nivel más bajo desde el inicio de la pandemia, y la incertidumbre sobre la política arancelaria ha empeorado las expectativas de los hogares sobre los ingresos y precios futuros. En concreto, la valoración de los consumidores sobre el estado actual de la economía (el índice de estado actual) cayó 0,9 puntos hasta los 133,5, mientras que las expectativas para los próximos seis meses (el índice de expectativas) se desplomaron hasta un mínimo reciente, lo que indica un pesimismo extremo sobre las perspectivas económicas a corto plazo.
Los efectos de la política arancelaria han permeado la vida cotidiana. Según la encuesta, a más del 60% de los encuestados les preocupa que los aranceles hagan subir el precio de los bienes, especialmente los bienes de consumo y las materias primas importados, lo que erosionará directamente el poder adquisitivo de los hogares. Al mismo tiempo, las expectativas de inflación aumentaron a su nivel más alto desde principios de la década de 1980, y los hogares esperan ampliamente que los precios aumenten más del 3,6% en los próximos 12 meses. Esta expectativa ha disminuido aún más la disposición a gastar, y algunos hogares han comenzado a recortar el gasto discrecional para hacer frente a la posible crisis económica.
Importaciones en auge y preocupaciones sobre el PIB: señales de desaceleración económica aparecen
Los datos del PIB del primer trimestre de EE. UU., que se publicarán mañana (1 de mayo de 2025), se siguen de cerca, y el mercado espera una fuerte desaceleración del crecimiento económico. Según una encuesta realizada a 64 importantes economistas citada por el Wall Street Journal, se espera que el crecimiento del PIB ajustado a la inflación sea de solo el 0,8% interanual en el cuarto trimestre de 2025, casi a la mitad desde el 2% previsto a principios de año, y la probabilidad de una recesión se ha disparado del 22% al 45%. El análisis señaló que, para evitar los costos arancelarios, las empresas han acelerado recientemente la importación de bienes, lo que ha resultado en un aumento del déficit comercial, lo que ha elevado los niveles de inventario a corto plazo, pero esto no puede ocultar la naturaleza de un consumo débil.
"Detrás de la prisa de las empresas por importar hay una respuesta de pánico a la implementación de políticas arancelarias, pero este es solo un comportamiento a corto plazo". El Banco de la Reserva Federal de Boston informó de que los aranceles radicales impulsarán la inflación de Estados Unidos en 0,8 puntos porcentuales, lo que, combinado con las limitaciones de la cadena de suministro, podría debilitar aún más la competitividad de los sectores manufacturero y minorista. La desaceleración del gasto de los consumidores es especialmente preocupante, ya que se espera que los gastos de consumo personal (PCE), la columna vertebral de la economía estadounidense, disminuyan significativamente, en parte debido a que la alta inflación y las expectativas arancelarias reducen los presupuestos de los hogares.
Juego de mercado y política: la Reserva Federal en un aprieto
Las presiones inflacionarias inducidas por los aranceles han puesto en un dilema la política monetaria de la Fed. El presidente de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, dijo recientemente que si bien la economía se mantiene en pleno empleo y un crecimiento sólido, la incertidumbre sobre los aranceles podría obligar a la Fed a reducir el ritmo de los recortes de las tasas de interés. Al mercado le preocupa que si la inflación se mantiene alta debido a los aranceles, la Fed pueda verse obligada a mantener las tasas de interés altas o incluso a subirlas, lo que frenará aún más la inversión y el consumo, aumentando el riesgo de recesión.
Al mismo tiempo, los mercados de acciones y bonos han reaccionado a la política arancelaria. Desde la escalada de la guerra comercial el 2 de abril, las acciones estadounidenses han experimentado una venta masiva y los rendimientos de los bonos han subido, lo que refleja las preocupaciones gemelas de los inversores sobre el crecimiento económico y la inflación. El mercado de las criptomonedas tampoco fue inmune, ya que los principales activos, como el bitcoin, experimentaron un importante retroceso a mediados de abril, y el sentimiento de los inversores se vio lastrado por la incertidumbre económica mundial causada por los aranceles.
La lección del mundo cripto: demanda de refugio y oportunidades a largo plazo
Para los inversores en criptomonedas, la situación actual es tanto un desafío como una oportunidad. El colapso de la confianza de los consumidores y la desaceleración económica pueden pesar sobre los precios de los activos de riesgo a corto plazo, pero el aumento de las expectativas de inflación puede reavivar la demanda de criptoactivos como refugio seguro. Los atributos de Bitcoin como "oro digital" pueden recuperar el favor en un entorno de alta inflación, mientras que las plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi) pueden atraer más entradas debido a la incertidumbre del sistema financiero tradicional. Sin embargo, los inversores deben estar atentos al impacto del endurecimiento de la Fed en la liquidez, ya que un entorno de tipos de interés elevados podría ejercer presión sobre los activos de mayor riesgo.
Este artículo solo representa la opinión personal del autor y no refleja la posición ni el punto de vista de esta plataforma. Este artículo es solo para compartir información y no constituye ningún consejo de inversión para nadie.
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La confianza del consumidor estadounidense sufre una Gran caída hasta su punto más bajo en cinco años: las nubes de aranceles oscurecen las perspectivas económicas.
Según los últimos datos de la Conferencia Board, el índice de confianza del consumidor en abril tuvo una Gran caída de 7.9 puntos hasta 86.0, alcanzando su nivel más bajo desde el pico de la pandemia de COVID-19 en mayo de 2020. Varios medios de comunicación autorizados, incluidos los datos de Jin10, señalan que la agresiva política arancelaria del gobierno de Trump y el pánico inflacionario que ha provocado están reconfigurando los fundamentos de la economía estadounidense. Detrás del colapso de la confianza del consumidor hay una ansiedad colectiva sobre la incertidumbre del futuro.
Colapso de la confianza del consumidor: las preocupaciones arancelarias son la principal causa
El índice preliminar de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan para abril fue igualmente impactante, con 50.8, cerca del segundo nivel más bajo registrado y solo por encima de 50.0 en junio de 2022. Según la encuesta, del 25 de marzo al 8 de abril, la preocupación pública por la política arancelaria del "Día de la Liberación" de Trump aumentó considerablemente, lo que provocó que el índice de confianza cayera un 32,4% interanual. Stephanie Guichard, economista sénior de Indicadores Globales del Conference Board, dijo sin rodeos: "La confianza del consumidor ha caído a su nivel más bajo desde el inicio de la pandemia, y la incertidumbre sobre la política arancelaria ha empeorado las expectativas de los hogares sobre los ingresos y precios futuros. En concreto, la valoración de los consumidores sobre el estado actual de la economía (el índice de estado actual) cayó 0,9 puntos hasta los 133,5, mientras que las expectativas para los próximos seis meses (el índice de expectativas) se desplomaron hasta un mínimo reciente, lo que indica un pesimismo extremo sobre las perspectivas económicas a corto plazo.
Los efectos de la política arancelaria han permeado la vida cotidiana. Según la encuesta, a más del 60% de los encuestados les preocupa que los aranceles hagan subir el precio de los bienes, especialmente los bienes de consumo y las materias primas importados, lo que erosionará directamente el poder adquisitivo de los hogares. Al mismo tiempo, las expectativas de inflación aumentaron a su nivel más alto desde principios de la década de 1980, y los hogares esperan ampliamente que los precios aumenten más del 3,6% en los próximos 12 meses. Esta expectativa ha disminuido aún más la disposición a gastar, y algunos hogares han comenzado a recortar el gasto discrecional para hacer frente a la posible crisis económica.
Importaciones en auge y preocupaciones sobre el PIB: señales de desaceleración económica aparecen
Los datos del PIB del primer trimestre de EE. UU., que se publicarán mañana (1 de mayo de 2025), se siguen de cerca, y el mercado espera una fuerte desaceleración del crecimiento económico. Según una encuesta realizada a 64 importantes economistas citada por el Wall Street Journal, se espera que el crecimiento del PIB ajustado a la inflación sea de solo el 0,8% interanual en el cuarto trimestre de 2025, casi a la mitad desde el 2% previsto a principios de año, y la probabilidad de una recesión se ha disparado del 22% al 45%. El análisis señaló que, para evitar los costos arancelarios, las empresas han acelerado recientemente la importación de bienes, lo que ha resultado en un aumento del déficit comercial, lo que ha elevado los niveles de inventario a corto plazo, pero esto no puede ocultar la naturaleza de un consumo débil.
"Detrás de la prisa de las empresas por importar hay una respuesta de pánico a la implementación de políticas arancelarias, pero este es solo un comportamiento a corto plazo". El Banco de la Reserva Federal de Boston informó de que los aranceles radicales impulsarán la inflación de Estados Unidos en 0,8 puntos porcentuales, lo que, combinado con las limitaciones de la cadena de suministro, podría debilitar aún más la competitividad de los sectores manufacturero y minorista. La desaceleración del gasto de los consumidores es especialmente preocupante, ya que se espera que los gastos de consumo personal (PCE), la columna vertebral de la economía estadounidense, disminuyan significativamente, en parte debido a que la alta inflación y las expectativas arancelarias reducen los presupuestos de los hogares.
Juego de mercado y política: la Reserva Federal en un aprieto
Las presiones inflacionarias inducidas por los aranceles han puesto en un dilema la política monetaria de la Fed. El presidente de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, dijo recientemente que si bien la economía se mantiene en pleno empleo y un crecimiento sólido, la incertidumbre sobre los aranceles podría obligar a la Fed a reducir el ritmo de los recortes de las tasas de interés. Al mercado le preocupa que si la inflación se mantiene alta debido a los aranceles, la Fed pueda verse obligada a mantener las tasas de interés altas o incluso a subirlas, lo que frenará aún más la inversión y el consumo, aumentando el riesgo de recesión.
Al mismo tiempo, los mercados de acciones y bonos han reaccionado a la política arancelaria. Desde la escalada de la guerra comercial el 2 de abril, las acciones estadounidenses han experimentado una venta masiva y los rendimientos de los bonos han subido, lo que refleja las preocupaciones gemelas de los inversores sobre el crecimiento económico y la inflación. El mercado de las criptomonedas tampoco fue inmune, ya que los principales activos, como el bitcoin, experimentaron un importante retroceso a mediados de abril, y el sentimiento de los inversores se vio lastrado por la incertidumbre económica mundial causada por los aranceles.
La lección del mundo cripto: demanda de refugio y oportunidades a largo plazo
Para los inversores en criptomonedas, la situación actual es tanto un desafío como una oportunidad. El colapso de la confianza de los consumidores y la desaceleración económica pueden pesar sobre los precios de los activos de riesgo a corto plazo, pero el aumento de las expectativas de inflación puede reavivar la demanda de criptoactivos como refugio seguro. Los atributos de Bitcoin como "oro digital" pueden recuperar el favor en un entorno de alta inflación, mientras que las plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi) pueden atraer más entradas debido a la incertidumbre del sistema financiero tradicional. Sin embargo, los inversores deben estar atentos al impacto del endurecimiento de la Fed en la liquidez, ya que un entorno de tipos de interés elevados podría ejercer presión sobre los activos de mayor riesgo.
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