La guerra de los muertos en el círculo de la encriptación: el sorprendente trasfondo detrás de una disputa de mil quinientos millones de dólares
En la corte del mundo de las criptomonedas, se está llevando a cabo un emocionante drama. El equipo de liquidación de FTX presentó ante el tribunal un documento contundente que rechaza por completo la reclamación de 1.53 mil millones de dólares de Three Arrows Capital. Este movimiento ha escalado nuevamente la "guerra de almas" que ha durado años, donde los "fantasmas" de dos imperios criptográficos ya colapsados se enfrentan intensamente en la corte. Este último conflicto legal nos revela un nuevo capítulo en el evento más oscuro y caótico de la historia de las criptomonedas, el "Rashomon".
Para entender esta compleja disputa, primero necesitamos conocer a tres personajes clave y la historia detrás de ellos.
Primero está Sam Bankman-Fried (SBF), el fundador del imperio FTX. Antes del colapso en 2022, fue aclamado como el salvador del mundo de la encriptación, y los medios lo compararon con J.P. Morgan. Sin embargo, cuando su imperio se desmoronó, la gente se dio cuenta de que este "caballero de blanco" no era más que un estafador condenado a 25 años de prisión.
En segundo lugar están los fundadores de Three Arrows Capital, Su Zhu y Kyle Davies. Solían ser los "reyes de las apuestas" en el mundo de las criptomonedas, conocidos por sus agresivas estrategias de inversión y enormes apalancamientos. Pero cuando el mercado dio la vuelta, su mito se desvaneció, y después de la quiebra de la empresa, los dos protagonizaron una fuga global.
Por último, está John Ray III, un experimentado experto en liquidaciones. Ha manejado uno de los mayores casos de fraude en la historia de Estados Unidos: la liquidación de Enron. Cuando asumió el desastre de FTX, incluso este "rey de las liquidaciones" experimentado se quedó atónito.
En 2022, el tsunami de encriptación provocado por el colapso de Terra/LUNA hundió primero el lujoso yate de Three Arrows Capital, y luego hizo que el aparentemente indestructible portaaviones FTX implosionara, revelando un sorprendente fraude. Ahora, estos dos gigantes ya "enterrados" han vuelto a levantar olas por una "cuenta del infierno" de 1.530 millones de dólares.
Tres Arrows afirmó que FTX llevó a cabo una despreciable "black eat black" cuando estaban al borde de la quiebra, devorando ilegalmente sus últimos activos. FTX, por su parte, respondió que este grupo de apostadores se está comiendo sus propias consecuencias, y ahora aún quieren sacar provecho de las víctimas que también han sufrido pérdidas.
Para aclarar este "Rashomon", debemos volver al verano de 2022, un verano de sangre y tormenta, y profundizar en esas verdades que han sido intencionalmente enterradas.
En el tribunal, los abogados de ambas partes presentaron versiones completamente diferentes. FTX describió una historia sobre "orden y reglas", presentándose como un "alcaide de la plataforma" que cumple con su deber. Afirmaron que Three Arrows, como un gran cliente de la plataforma, incumplió el contrato y se negó a aportar más garantías durante la turbulencia del mercado, e incluso retiró fondos de cuentas peligrosas. FTX afirmó que sus acciones de liquidación forzosa estaban completamente en línea con el acuerdo, y eran para proteger los intereses de la plataforma y de otros clientes.
Y Three Arrows Capital cuenta una historia de "conspiración y persecución". Cuando los liquidadores asumieron el control de la empresa, descubrieron que casi todos los registros importantes habían desaparecido. Después de un arduo proceso de recolección de pruebas, finalmente obtuvieron los datos originales de transacciones de FTX, y se dieron cuenta de que durante el periodo de liquidación por incumplimiento que FTX alegó, casi se había vaciado una cuenta de Three Arrows con activos por valor de 1,530 millones de dólares.
Para desentrañar este enigma, debemos quitar la máscara de "caballero blanco" de SBF y ver la verdadera situación interna del imperio FTX en junio de 2022. La testigo clave es Caroline Ellison, exnovia de SBF y directora de Alameda Research. Ella reveló en el juicio posterior que, justo en la misma semana en que FTX liquidó los activos de Three Arrows, Alameda sufrió enormes pérdidas debido al colapso de Terra, mientras las deudas se acumulaban por todas partes. Bajo las instrucciones de SBF, ella abrió la "puerta trasera secreta" que daba acceso a los fondos de los clientes de FTX, desviando ilegalmente miles de millones de dólares para cubrir el agujero de Alameda.
Los datos de la blockchain también respaldan esta afirmación. El análisis muestra que, durante el colapso de Three Arrows, Alameda transfirió una gran cantidad de FTT tokens de valor dudoso a FTX, en realidad estaba intercambiando sus propios "frijoles felices" por el dinero real de los clientes.
Ahora, al mirar atrás en las declaraciones públicas de SBF en ese momento, es simplemente una actuación cuidadosamente orquestada. Por un lado, desvió fondos de los clientes en secreto, mientras que por el otro, en frente de los medios, proclamaba estar dispuesto a hacer sacrificios para estabilizar el mercado y proteger a los clientes.
Al juntar estos fragmentos, la afirmación del fundador de Three Arrows de que "SBF nos está cazando" parece no ser infundada. Para FTX/Alameda, que ya estaba en problemas en ese momento, había dos motivaciones evidentes para liquidar a un gran contraparte de alto apalancamiento como Three Arrows: primero, obtener de inmediato la liquidez que tanto necesitaban; y segundo, estabilizar la confianza del mercado al eliminar una fuente de riesgo enorme, ocultando así su propia crisis.
Al considerar esta disputa en un contexto histórico más amplio, en realidad es una repetición de la crisis financiera de 2008, es la reencarnación de la historia de la quiebra de Lehman Brothers. La raíz de ambos casos es la incapacidad de aislar los activos de los clientes, un tabú en el mundo financiero. Tras la quiebra de Lehman Brothers, se descubrió que había una "asombrosa negligencia", mientras que todo el sistema de fraude de FTX se basa en la confusión entre los activos de los clientes y los fondos propios.
La verdad detrás de esta disputa de "libro de cuentas del infierno" valorada en 1.500 millones de dólares es que en realidad no se trata de un simple conflicto de incumplimiento, sino de un juego de supervivencia desnudo. Three Arrows Capital es, sin duda, un "súper apostador" que se autoinmoló, pero FTX tampoco es inocente; es un "fraudulento" que oculta su crisis sacrificando a sus oponentes.
En ese mundo encriptado sin reglas, donde solo existen las leyes de la jungla, un apostador moribundo se encuentra con un estafador disfrazado, protagonizando la última escena de un sangriento enfrentamiento. Esta historia nos enseña que, cuando un sistema carece de una regulación efectiva y transparencia, y cuando el ideal de "descentralización" se convierte en una adoración ciega hacia unos pocos "grandes", aquí no hay héroes, solo depredadores de diferentes caras.
La "guerra de los muertos" entre FTX y Three Arrows es simplemente una nueva representación de las innumerables historias de codicia en Wall Street a lo largo de un siglo, ahora en el "mundo cripto". Esto demuestra una vez más que, sin importar cuán avanzada sea la tecnología, la codicia y el miedo en la naturaleza humana permanecen inalterables.
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DisillusiionOracle
· 07-20 20:15
Sin embargo, todo es una mala cuenta.
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FarmHopper
· 07-18 10:21
Qué mal, el inversor minorista tuvo mala suerte.
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DaoResearcher
· 07-18 04:03
Referencia al modelo de fallo de gobernanza en la sección 3.2 del White Paper, se puede prever un 99.9%.
La batalla de reclamación de 1.500 millones de dólares entre FTX y Three Arrows Capital: revelando el colapso del imperio de encriptación.
La guerra de los muertos en el círculo de la encriptación: el sorprendente trasfondo detrás de una disputa de mil quinientos millones de dólares
En la corte del mundo de las criptomonedas, se está llevando a cabo un emocionante drama. El equipo de liquidación de FTX presentó ante el tribunal un documento contundente que rechaza por completo la reclamación de 1.53 mil millones de dólares de Three Arrows Capital. Este movimiento ha escalado nuevamente la "guerra de almas" que ha durado años, donde los "fantasmas" de dos imperios criptográficos ya colapsados se enfrentan intensamente en la corte. Este último conflicto legal nos revela un nuevo capítulo en el evento más oscuro y caótico de la historia de las criptomonedas, el "Rashomon".
Para entender esta compleja disputa, primero necesitamos conocer a tres personajes clave y la historia detrás de ellos.
Primero está Sam Bankman-Fried (SBF), el fundador del imperio FTX. Antes del colapso en 2022, fue aclamado como el salvador del mundo de la encriptación, y los medios lo compararon con J.P. Morgan. Sin embargo, cuando su imperio se desmoronó, la gente se dio cuenta de que este "caballero de blanco" no era más que un estafador condenado a 25 años de prisión.
En segundo lugar están los fundadores de Three Arrows Capital, Su Zhu y Kyle Davies. Solían ser los "reyes de las apuestas" en el mundo de las criptomonedas, conocidos por sus agresivas estrategias de inversión y enormes apalancamientos. Pero cuando el mercado dio la vuelta, su mito se desvaneció, y después de la quiebra de la empresa, los dos protagonizaron una fuga global.
Por último, está John Ray III, un experimentado experto en liquidaciones. Ha manejado uno de los mayores casos de fraude en la historia de Estados Unidos: la liquidación de Enron. Cuando asumió el desastre de FTX, incluso este "rey de las liquidaciones" experimentado se quedó atónito.
En 2022, el tsunami de encriptación provocado por el colapso de Terra/LUNA hundió primero el lujoso yate de Three Arrows Capital, y luego hizo que el aparentemente indestructible portaaviones FTX implosionara, revelando un sorprendente fraude. Ahora, estos dos gigantes ya "enterrados" han vuelto a levantar olas por una "cuenta del infierno" de 1.530 millones de dólares.
Tres Arrows afirmó que FTX llevó a cabo una despreciable "black eat black" cuando estaban al borde de la quiebra, devorando ilegalmente sus últimos activos. FTX, por su parte, respondió que este grupo de apostadores se está comiendo sus propias consecuencias, y ahora aún quieren sacar provecho de las víctimas que también han sufrido pérdidas.
Para aclarar este "Rashomon", debemos volver al verano de 2022, un verano de sangre y tormenta, y profundizar en esas verdades que han sido intencionalmente enterradas.
En el tribunal, los abogados de ambas partes presentaron versiones completamente diferentes. FTX describió una historia sobre "orden y reglas", presentándose como un "alcaide de la plataforma" que cumple con su deber. Afirmaron que Three Arrows, como un gran cliente de la plataforma, incumplió el contrato y se negó a aportar más garantías durante la turbulencia del mercado, e incluso retiró fondos de cuentas peligrosas. FTX afirmó que sus acciones de liquidación forzosa estaban completamente en línea con el acuerdo, y eran para proteger los intereses de la plataforma y de otros clientes.
Y Three Arrows Capital cuenta una historia de "conspiración y persecución". Cuando los liquidadores asumieron el control de la empresa, descubrieron que casi todos los registros importantes habían desaparecido. Después de un arduo proceso de recolección de pruebas, finalmente obtuvieron los datos originales de transacciones de FTX, y se dieron cuenta de que durante el periodo de liquidación por incumplimiento que FTX alegó, casi se había vaciado una cuenta de Three Arrows con activos por valor de 1,530 millones de dólares.
Para desentrañar este enigma, debemos quitar la máscara de "caballero blanco" de SBF y ver la verdadera situación interna del imperio FTX en junio de 2022. La testigo clave es Caroline Ellison, exnovia de SBF y directora de Alameda Research. Ella reveló en el juicio posterior que, justo en la misma semana en que FTX liquidó los activos de Three Arrows, Alameda sufrió enormes pérdidas debido al colapso de Terra, mientras las deudas se acumulaban por todas partes. Bajo las instrucciones de SBF, ella abrió la "puerta trasera secreta" que daba acceso a los fondos de los clientes de FTX, desviando ilegalmente miles de millones de dólares para cubrir el agujero de Alameda.
Los datos de la blockchain también respaldan esta afirmación. El análisis muestra que, durante el colapso de Three Arrows, Alameda transfirió una gran cantidad de FTT tokens de valor dudoso a FTX, en realidad estaba intercambiando sus propios "frijoles felices" por el dinero real de los clientes.
Ahora, al mirar atrás en las declaraciones públicas de SBF en ese momento, es simplemente una actuación cuidadosamente orquestada. Por un lado, desvió fondos de los clientes en secreto, mientras que por el otro, en frente de los medios, proclamaba estar dispuesto a hacer sacrificios para estabilizar el mercado y proteger a los clientes.
Al juntar estos fragmentos, la afirmación del fundador de Three Arrows de que "SBF nos está cazando" parece no ser infundada. Para FTX/Alameda, que ya estaba en problemas en ese momento, había dos motivaciones evidentes para liquidar a un gran contraparte de alto apalancamiento como Three Arrows: primero, obtener de inmediato la liquidez que tanto necesitaban; y segundo, estabilizar la confianza del mercado al eliminar una fuente de riesgo enorme, ocultando así su propia crisis.
Al considerar esta disputa en un contexto histórico más amplio, en realidad es una repetición de la crisis financiera de 2008, es la reencarnación de la historia de la quiebra de Lehman Brothers. La raíz de ambos casos es la incapacidad de aislar los activos de los clientes, un tabú en el mundo financiero. Tras la quiebra de Lehman Brothers, se descubrió que había una "asombrosa negligencia", mientras que todo el sistema de fraude de FTX se basa en la confusión entre los activos de los clientes y los fondos propios.
La verdad detrás de esta disputa de "libro de cuentas del infierno" valorada en 1.500 millones de dólares es que en realidad no se trata de un simple conflicto de incumplimiento, sino de un juego de supervivencia desnudo. Three Arrows Capital es, sin duda, un "súper apostador" que se autoinmoló, pero FTX tampoco es inocente; es un "fraudulento" que oculta su crisis sacrificando a sus oponentes.
En ese mundo encriptado sin reglas, donde solo existen las leyes de la jungla, un apostador moribundo se encuentra con un estafador disfrazado, protagonizando la última escena de un sangriento enfrentamiento. Esta historia nos enseña que, cuando un sistema carece de una regulación efectiva y transparencia, y cuando el ideal de "descentralización" se convierte en una adoración ciega hacia unos pocos "grandes", aquí no hay héroes, solo depredadores de diferentes caras.
La "guerra de los muertos" entre FTX y Three Arrows es simplemente una nueva representación de las innumerables historias de codicia en Wall Street a lo largo de un siglo, ahora en el "mundo cripto". Esto demuestra una vez más que, sin importar cuán avanzada sea la tecnología, la codicia y el miedo en la naturaleza humana permanecen inalterables.