¿Cómo enfrentar el emprendimiento? Primero, emprender es como aprender a nadar; las personas en la orilla te enseñarán cómo mover los brazos, respirar y mantener el alma, pero nadie te dirá que, en el momento en que saltas al agua, lo que realmente enfrentamos no es la corriente, sino el pánico interno. Las escuelas de negocios te enseñarán sobre modelos comerciales, los inversionistas te enseñarán cómo financiarte, los veteranos te enseñarán a evitar trampas, pero el emprendimiento en sí es un proceso de examen sin respuestas estándar. El destino juega un 30% y el esfuerzo un 70%. Segundo, emprender debe comenzar en un área en la que seas bueno; dicho de otra manera, si entras al negocio en un año, entenderás el sector en tres años y dominarás en cinco o seis años. Tercero, el primer enemigo del emprendimiento es el egocentrismo; nunca crees un negocio solo. Lo que nos falta es de todo, pero no nos faltan personas, y menos aquellos que son inteligentes, audaces, trabajadores y proactivos. Si descubres una buena oportunidad que crees que nadie más ha visto, recuerda que esto podría ser una trampa diseñada especialmente para ti. Cuarto, el emprendimiento no es un esfuerzo solitario, sino un trabajo en equipo. La cooperación en equipo y elegir compañeros con intereses afines es fundamental; la complementariedad de habilidades es un requisito previo. El emprendimiento es una batalla, no un juego; no hay tantas oportunidades similares, y no termines perdiendo tanto el dinero como el talento. Quinto, siempre recuerda que el riesgo y el beneficio están relacionados positivamente. Cualquier decisión en el emprendimiento no puede basarse solo en los beneficios, ignorando el riesgo. En cualquier colaboración, la prevención de fraudes y el pensamiento de riesgo deben ser la prioridad. No pienses que eres muy inteligente; recuerda que los estafadores también son profesionales.
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¿Cómo enfrentar el emprendimiento? Primero, emprender es como aprender a nadar; las personas en la orilla te enseñarán cómo mover los brazos, respirar y mantener el alma, pero nadie te dirá que, en el momento en que saltas al agua, lo que realmente enfrentamos no es la corriente, sino el pánico interno. Las escuelas de negocios te enseñarán sobre modelos comerciales, los inversionistas te enseñarán cómo financiarte, los veteranos te enseñarán a evitar trampas, pero el emprendimiento en sí es un proceso de examen sin respuestas estándar. El destino juega un 30% y el esfuerzo un 70%. Segundo, emprender debe comenzar en un área en la que seas bueno; dicho de otra manera, si entras al negocio en un año, entenderás el sector en tres años y dominarás en cinco o seis años. Tercero, el primer enemigo del emprendimiento es el egocentrismo; nunca crees un negocio solo. Lo que nos falta es de todo, pero no nos faltan personas, y menos aquellos que son inteligentes, audaces, trabajadores y proactivos. Si descubres una buena oportunidad que crees que nadie más ha visto, recuerda que esto podría ser una trampa diseñada especialmente para ti. Cuarto, el emprendimiento no es un esfuerzo solitario, sino un trabajo en equipo. La cooperación en equipo y elegir compañeros con intereses afines es fundamental; la complementariedad de habilidades es un requisito previo. El emprendimiento es una batalla, no un juego; no hay tantas oportunidades similares, y no termines perdiendo tanto el dinero como el talento. Quinto, siempre recuerda que el riesgo y el beneficio están relacionados positivamente. Cualquier decisión en el emprendimiento no puede basarse solo en los beneficios, ignorando el riesgo. En cualquier colaboración, la prevención de fraudes y el pensamiento de riesgo deben ser la prioridad. No pienses que eres muy inteligente; recuerda que los estafadores también son profesionales.