No desperdicies tu vida tratando de ser como los demás. No imites ciegamente a los que te precedieron, sacrificando tu ser y forzándote a encajar en un molde que no te queda—hacerlo no solo es un gran desgaste, sino que también desperdicia la energía que podrías haber utilizado para crear y construir. No gastes tu valioso tiempo tratando de complacer a todos, ni intentando ser cada una de las posibilidades. No encontrarás la verdadera respuesta allí. Tienes que encontrar el valor en los desafíos, y tu visión en el camino de la soledad. No dejes que el mundo exterior te distraiga. En este mundo, hay demasiadas personas que buscan elogios pero no quieren asumir responsabilidades; demasiadas personas que solo son buenas para criticar, pero nunca han creado realmente algo de valor. Sé una persona diferente. Deja tu huella, no te preocupes siempre por lo que piensen los demás. Recuerda: no puedes llevarte todo, al final tendrás que atravesar esta vida con calma.