En la multitud hay malas personas, no solo hay hombres que se rascan los pies, también hay espías japoneses.
Aunque ahora hay paz, no es porque los japoneses hayan encontrado su conciencia, sino porque China se ha vuelto fuerte. No olvidemos la humillación nacional.
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En la multitud hay malas personas, no solo hay hombres que se rascan los pies, también hay espías japoneses.
Aunque ahora hay paz, no es porque los japoneses hayan encontrado su conciencia, sino porque China se ha vuelto fuerte. No olvidemos la humillación nacional.