Comercio global y la hegemonía del dólar: Análisis desde múltiples perspectivas
Recientemente, el gobierno de Estados Unidos ha lanzado una serie de políticas arancelarias radicales que han tenido un profundo impacto en el patrón comercial global. Estas políticas han generado numerosas controversias e incertidumbres en los niveles geopolíticos y económicos, existiendo enormes divisiones entre diferentes puntos de vista.
Antes de abordar este complejo tema, necesitamos dejar una cosa clara: el mercado libre y el comercio global son fundamentales para el desarrollo económico. El comercio es esencialmente un acto voluntario por parte de ambas partes, y sólo ocurre cuando ambas pueden beneficiarse de él. Por lo tanto, el comercio no es un juego de suma cero, y la existencia de desequilibrios comerciales a largo plazo entre naciones tiene su razonabilidad. Desde esta perspectiva, cualquier forma de arancel perjudicará el crecimiento económico global y la mejora de la productividad. Sin embargo, aún existen grandes divergencias en la academia sobre los mecanismos de funcionamiento del desequilibrio en el comercio internacional, sus causas y el impacto de los aranceles en el flujo de capital. Esta es precisamente la cuestión que se abordará en este artículo.
Desde la perspectiva del gobierno de Estados Unidos, el país ha estado en una posición desfavorable en el comercio exterior durante mucho tiempo, y el enorme déficit comercial es una prueba evidente. Ellos creen que este déficit comercial es principalmente causado por las políticas proteccionistas de sus principales socios comerciales ( como China, la Unión Europea y Japón ). El método que utiliza el gobierno de Estados Unidos para calcular los "aranceles recíprocos" indica que consideran que el déficit comercial persistente carece de justificación y es completamente el resultado del proteccionismo.
Desde la perspectiva del gobierno de Estados Unidos, estas políticas proteccionistas se dividen principalmente en tres áreas:
Altas barreras arancelarias
Políticas regulatorias que favorecen a los productores nacionales
Principales países exportadores ( como China, Alemania y Japón ) manipulan el tipo de cambio de su moneda con respecto al dólar.
El gobierno de Estados Unidos considera que estas políticas han llevado a una continua disminución de la base manufacturera en el país, afectando gravemente el empleo y los ingresos de los trabajadores estadounidenses. Al fomentar la competencia justa, los consumidores estadounidenses comprarán más productos nacionales, lo que a su vez promoverá el renacimiento de la manufactura estadounidense y la prosperidad económica.
Sin embargo, otra perspectiva sostiene que Estados Unidos es en realidad el beneficiario del déficit comercial. Los consumidores estadounidenses pueden comprar productos intensivos en mano de obra a precios bajos en lugares como Asia, disfrutar de los bajos precios del petróleo traídos por el Medio Oriente, lo que ha mejorado el nivel de vida de los estadounidenses. Al mismo tiempo, Estados Unidos ha logrado convencer a los países con superávit comercial para que sigan invirtiendo en activos denominados en dólares, manteniendo así la posición fuerte del dólar. Sin el patrón oro, el impacto del déficit comercial en Estados Unidos es mínimo. Esta perspectiva es completamente opuesta a la posición del gobierno estadounidense.
Sin embargo, esta situación no puede continuar a largo plazo. Con el tiempo, el déficit comercial se acumula constantemente, lo que podría llevar a una disminución de la posición del dólar y una caída drástica de los ingresos reales de los estadounidenses. Para evitar este destino, algunas personas sugieren que el público estadounidense debería invertir en activos como el oro y el bitcoin.
Estados Unidos ha estado trabajando para mantener la posición del dólar como moneda de reserva global, y para ello ha adoptado una serie de políticas, algunas de las cuales son poco conocidas. Hay quienes opinan que algunas políticas extremas incluso incluyen el uso de medios militares para atacar a los líderes de países que intentan desafiar la posición del dólar.
Esta perspectiva sobre el comercio global entra en contradicción evidente con la postura del gobierno de Estados Unidos. El gobierno estadounidense acusa a otros países de manipular sus monedas a la baja, cuando en realidad es Estados Unidos el que está esforzándose por mantener la apreciación del dólar. Recientemente, el gobierno de EE.UU. ha tratado de impedir que los países BRICS creen una moneda que compita con el dólar, lo cual parece contradecir su objetivo de promover el desarrollo de la manufactura estadounidense.
También hay una perspectiva menos mencionada pero que merece atención, que sostiene que el flujo de capital es el factor clave que impulsa el desequilibrio comercial. Según el principio de la balanza de pagos, si un país tiene un déficit comercial, su cuenta de capital debe tener un superávit correspondiente. La cuestión es: ¿es el déficit comercial lo que causa la entrada de capital, o es la entrada de capital la que provoca el déficit comercial?
Esta perspectiva es más beneficiosa para Estados Unidos. Estados Unidos alberga a las principales empresas del mundo, que se enfocan más en las ganancias y el retorno sobre el capital. La cultura empresarial en Estados Unidos también enfatiza la gestión de élite, lo que ayuda a atraer a los mejores talentos globales. Los inversores globales desean invertir en empresas estadounidenses de alta calidad y alto crecimiento como Google, Microsoft y Apple. Al mismo tiempo, muchos inversores asiáticos también desean trasladar capital a Estados Unidos, donde el estado de derecho es más sólido, para evitar riesgos políticos. Estos factores han impulsado conjuntamente el superávit de la cuenta de capital de Estados Unidos, lo que a su vez ha llevado a un déficit comercial. Desde esta perspectiva, el déficit comercial sostenido podría ser precisamente un reflejo de la fortaleza económica de Estados Unidos.
En realidad, la economía global es extremadamente compleja y cada punto de vista tiene su razón de ser. Existe una influencia bidireccional entre el déficit comercial y el superávit de la cuenta de capital, y entender esto es crucial para comprender el patrón del comercio global. Para Estados Unidos, estos dos factores son muy importantes y no se debe pasar por alto ninguno de los dos en el análisis.
A pesar de ello, creemos que la perspectiva del gobierno de EE. UU. sobre el comercio está en gran medida equivocada. Los aranceles son esencialmente un impuesto sobre los consumidores estadounidenses, lo que debilitará la economía de EE. UU. Aunque la globalización puede haber perjudicado relativamente a la clase media estadounidense, revertir la globalización no mejorará su situación.
Por supuesto, hay algunas teorías de conspiración que sugieren que el gobierno de Estados Unidos implementó la política de aranceles con el fin de golpear deliberadamente la economía y reducir los rendimientos de la deuda pública, para así refinanciar la deuda a tasas de interés más bajas. Pero esta afirmación carece de persuasión; la explicación más simple suele ser la más cercana a la verdad: el gobierno de Estados Unidos simplemente favorece la política de aranceles.
En general, el patrón comercial global está experimentando cambios drásticos, y el futuro de la hegemonía del dólar aún presenta muchas incertidumbres. Necesitamos adoptar una actitud abierta y racional, examinando este complejo problema desde múltiples perspectivas, para evitar caer en patrones de pensamiento simplistas.
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DYORMaster
· 07-11 17:38
¿Hacer políticas? Siempre tengo la sensación de que solo están engañando a los inversores minoristas.
Desbalance del comercio global y la hegemonía del dólar: análisis multidimensional y su impacto en los Activos Cripto
Comercio global y la hegemonía del dólar: Análisis desde múltiples perspectivas
Recientemente, el gobierno de Estados Unidos ha lanzado una serie de políticas arancelarias radicales que han tenido un profundo impacto en el patrón comercial global. Estas políticas han generado numerosas controversias e incertidumbres en los niveles geopolíticos y económicos, existiendo enormes divisiones entre diferentes puntos de vista.
Antes de abordar este complejo tema, necesitamos dejar una cosa clara: el mercado libre y el comercio global son fundamentales para el desarrollo económico. El comercio es esencialmente un acto voluntario por parte de ambas partes, y sólo ocurre cuando ambas pueden beneficiarse de él. Por lo tanto, el comercio no es un juego de suma cero, y la existencia de desequilibrios comerciales a largo plazo entre naciones tiene su razonabilidad. Desde esta perspectiva, cualquier forma de arancel perjudicará el crecimiento económico global y la mejora de la productividad. Sin embargo, aún existen grandes divergencias en la academia sobre los mecanismos de funcionamiento del desequilibrio en el comercio internacional, sus causas y el impacto de los aranceles en el flujo de capital. Esta es precisamente la cuestión que se abordará en este artículo.
Desde la perspectiva del gobierno de Estados Unidos, el país ha estado en una posición desfavorable en el comercio exterior durante mucho tiempo, y el enorme déficit comercial es una prueba evidente. Ellos creen que este déficit comercial es principalmente causado por las políticas proteccionistas de sus principales socios comerciales ( como China, la Unión Europea y Japón ). El método que utiliza el gobierno de Estados Unidos para calcular los "aranceles recíprocos" indica que consideran que el déficit comercial persistente carece de justificación y es completamente el resultado del proteccionismo.
Desde la perspectiva del gobierno de Estados Unidos, estas políticas proteccionistas se dividen principalmente en tres áreas:
El gobierno de Estados Unidos considera que estas políticas han llevado a una continua disminución de la base manufacturera en el país, afectando gravemente el empleo y los ingresos de los trabajadores estadounidenses. Al fomentar la competencia justa, los consumidores estadounidenses comprarán más productos nacionales, lo que a su vez promoverá el renacimiento de la manufactura estadounidense y la prosperidad económica.
Sin embargo, otra perspectiva sostiene que Estados Unidos es en realidad el beneficiario del déficit comercial. Los consumidores estadounidenses pueden comprar productos intensivos en mano de obra a precios bajos en lugares como Asia, disfrutar de los bajos precios del petróleo traídos por el Medio Oriente, lo que ha mejorado el nivel de vida de los estadounidenses. Al mismo tiempo, Estados Unidos ha logrado convencer a los países con superávit comercial para que sigan invirtiendo en activos denominados en dólares, manteniendo así la posición fuerte del dólar. Sin el patrón oro, el impacto del déficit comercial en Estados Unidos es mínimo. Esta perspectiva es completamente opuesta a la posición del gobierno estadounidense.
Sin embargo, esta situación no puede continuar a largo plazo. Con el tiempo, el déficit comercial se acumula constantemente, lo que podría llevar a una disminución de la posición del dólar y una caída drástica de los ingresos reales de los estadounidenses. Para evitar este destino, algunas personas sugieren que el público estadounidense debería invertir en activos como el oro y el bitcoin.
Estados Unidos ha estado trabajando para mantener la posición del dólar como moneda de reserva global, y para ello ha adoptado una serie de políticas, algunas de las cuales son poco conocidas. Hay quienes opinan que algunas políticas extremas incluso incluyen el uso de medios militares para atacar a los líderes de países que intentan desafiar la posición del dólar.
Esta perspectiva sobre el comercio global entra en contradicción evidente con la postura del gobierno de Estados Unidos. El gobierno estadounidense acusa a otros países de manipular sus monedas a la baja, cuando en realidad es Estados Unidos el que está esforzándose por mantener la apreciación del dólar. Recientemente, el gobierno de EE.UU. ha tratado de impedir que los países BRICS creen una moneda que compita con el dólar, lo cual parece contradecir su objetivo de promover el desarrollo de la manufactura estadounidense.
También hay una perspectiva menos mencionada pero que merece atención, que sostiene que el flujo de capital es el factor clave que impulsa el desequilibrio comercial. Según el principio de la balanza de pagos, si un país tiene un déficit comercial, su cuenta de capital debe tener un superávit correspondiente. La cuestión es: ¿es el déficit comercial lo que causa la entrada de capital, o es la entrada de capital la que provoca el déficit comercial?
Esta perspectiva es más beneficiosa para Estados Unidos. Estados Unidos alberga a las principales empresas del mundo, que se enfocan más en las ganancias y el retorno sobre el capital. La cultura empresarial en Estados Unidos también enfatiza la gestión de élite, lo que ayuda a atraer a los mejores talentos globales. Los inversores globales desean invertir en empresas estadounidenses de alta calidad y alto crecimiento como Google, Microsoft y Apple. Al mismo tiempo, muchos inversores asiáticos también desean trasladar capital a Estados Unidos, donde el estado de derecho es más sólido, para evitar riesgos políticos. Estos factores han impulsado conjuntamente el superávit de la cuenta de capital de Estados Unidos, lo que a su vez ha llevado a un déficit comercial. Desde esta perspectiva, el déficit comercial sostenido podría ser precisamente un reflejo de la fortaleza económica de Estados Unidos.
En realidad, la economía global es extremadamente compleja y cada punto de vista tiene su razón de ser. Existe una influencia bidireccional entre el déficit comercial y el superávit de la cuenta de capital, y entender esto es crucial para comprender el patrón del comercio global. Para Estados Unidos, estos dos factores son muy importantes y no se debe pasar por alto ninguno de los dos en el análisis.
A pesar de ello, creemos que la perspectiva del gobierno de EE. UU. sobre el comercio está en gran medida equivocada. Los aranceles son esencialmente un impuesto sobre los consumidores estadounidenses, lo que debilitará la economía de EE. UU. Aunque la globalización puede haber perjudicado relativamente a la clase media estadounidense, revertir la globalización no mejorará su situación.
Por supuesto, hay algunas teorías de conspiración que sugieren que el gobierno de Estados Unidos implementó la política de aranceles con el fin de golpear deliberadamente la economía y reducir los rendimientos de la deuda pública, para así refinanciar la deuda a tasas de interés más bajas. Pero esta afirmación carece de persuasión; la explicación más simple suele ser la más cercana a la verdad: el gobierno de Estados Unidos simplemente favorece la política de aranceles.
En general, el patrón comercial global está experimentando cambios drásticos, y el futuro de la hegemonía del dólar aún presenta muchas incertidumbres. Necesitamos adoptar una actitud abierta y racional, examinando este complejo problema desde múltiples perspectivas, para evitar caer en patrones de pensamiento simplistas.